Vino blanco y copas vacías
acompañan la esperanza
una que ya esta perdida
junto a una foto ya maltratada
por las lágrimas que la han mojado
y el dolor de una enamorada
que siempre espero por ti.
Vino blanco, puro, sincero,
tristeza con sabor amargo,
felicidad que se escapo una noche
entre las estrellas volando
por un beso que nunca me diste,
la caricia que me negaste
y esa palabra que jamás escuche.
Ahora de nada vale decir te amo,
de un amor que ya nada queda
por que ya el fuego se apago
y ni siquiera cenizas quedan,
solo queda decir una palabra
esa que no pensaba pronunciar
adiós, para siempre adiós.