Pinto mis labios de hipócresia
de un color tan rojo como la sangre
y digo las palabras que quieres oír
aunque sea todo una mentira.
Por que es tan fácil engañarte
con esta mascara que me pongo
aunque dentro de mi corazón lloro
te regalo para ti una gran sonrisa.
De esas de las que pocas veces
he podido ver yo dibujada
la pinto de rojo, como mi sangre;
la pinto de rojo, que oculta lágrimas.
Y como en una obra de teatro
hago yo mi mejor papel
para hacerte a ti creer
que todo siempre va bien.
Y tan solo vuelvo a llorar
cuando me quito esta mascara
de esta obra de la vida
que es solamente una farsa.