Me instalé en el Monte y cesaron los cuidados:
ya no ocupan mi mente pensamientos vanos;
más libre que las rocas donde inscribo versos,
me doy, cual barco sin amarras, a los hados.

Hanshan

jueves, 17 de marzo de 2011

Electra


Siento la sangre aun caliente
escurrirse entre mis dedos
como una caricia suave
que va rosando mi piel.

Sera esta sangre mía
pienso yo en este instante
mientras el miedo me recorre
miedo a morir desangrada.

Tendré alguna herida
me busco por todas partes
pero no encuentro nada
mientras se acelera el corazón.

Entonces miro a mi alrededor
de una habitación a oscuras
no se por que estoy allí
no se como pude llegar.

Toco paredes a ciegas
buscando el interruptor
y la sorpresa en ese instante
cuando la luz se entendió.

Pude verlo todo con claridad
mientras el recuerdo a mi mente llego
fui yo, fui yo, grite con fuerza
y me repetía en ese instante.

Yo fui la que lo mato
no es mi sangre es de el
mientras tomaba el puñal en mi mano
y lo clavaba en mi corazón.

3 comentarios:

Sexy Perfect Princess dijo...

Me enkanto, esta muy bonito hermana, te kiero mucho.

Orlando Francisco Menéndez dijo...

Querida María Tirado:
Es una poesía realmente fascinante, plena de suspenso, intriga y un final brutalmente crudo que transmite realismo. ¡Es una poesía con belleza! (sic).
Te felicito.

Anónimo dijo...

ohhh que que genial este poema !!
puedo suponer que en algun luar del mundo alguien si pudo aver cometido ese homicidio ..aveces cuando el amor nos lastima simplemnte perdemos la razon...
saludos niña!! :) espero k tengas un lindo fin de semana!! :)