Siento el pasar del tiempo
como un amigo traicionero
que se lleva las risas, la felicidad
y allí en medio quedo yo.
Confundida, llena de preguntas
sin una sola expoliación,
donde se fueron las risas,
cuando me abandono la ilusión.
Esa niña que reía
y cuando yo la escuchaba
llenaba mi mundo de color
y me regalaba una esperanza.
Ahora me miro al espejo
y veo vació en mi mirada,
mi rostro ya a cambiado,
de niña a mujer me convertí.
Cuanto duele crecer
y asumir la realidad
mientras sueño entre nubes
ocultando las lágrimas.
1 comentario:
Un poema muy profundo, expresando dolor. Está muy bien escrito. Te felicito María.
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