Tu boca es el pecado que quiero cometer,
tu cuerpo ese lugar donde quisiera perderme
como naufrago perdido en el mar,
es tu piel dulce néctar que me enloquece.
Mas al tenerte frente a mi este instante
no me atrevo ni siquiera a mirarte,
dueña de mis fantasías y mis locuras
dime que es realidad y no solo un sueño.
Por que tengo miedo de despertar
y así perderte nuevamente,
no quiero pasar una primavera mas sin verte,
sin besar tus labios sabor a miel.
Saber que cuando salga el sol aquí seguirás
regalándome nuevamente tu mirada
y ese dulce beso de la mañana
que acelera de mi corazón sus latidos.
Quiero ser yo quien arrulle tu alma
cuando te sientas cansada del camino,
darte mi mano no para llegar rápido a la meta
sino para disfrutar juntos el paisaje que nos acompaña.
Sin importarnos lo que el mundo diga,
que pueden saber ellos de este amor,
si no saben que al mirarnos a los ojos
podemos ver en cada uno esa razón
por la que el destino y la vida nos unió.
3 comentarios:
Yo creo que el amor nunca es un pecado, el amor es lo más bonito del mundo y no debería importarnos tanto lo que dice la gente sino mirar profundo en nuestro corazón y escucharlo.
Me gustó el poema. Un abrazo.
Mi amiga ya estoy de vuelta y por supuesto que vengo a visitarte...Lo hago desde este mi nuevo blog que es toda una ilusión para mi.Te invito a que te quedes en él...te mando un gran abrazo.
Hermoso amor el que reflejas en este poema Maria,cuando se ama lo demas no debe importar.Gracias por compartirlo,besines
Publicar un comentario