Mas allá del silencio,
entre la noche y el día
viven aun los sueños
que aun tienen la esperanza
de volverse mucho mas.
Y yo que soy soñadora,
no me cuesta nada soñar,
mientras en un rincón
los voy yo guardando
para no poderlos olvidar.
Mirarlos día tras día
y con ellos poder volar
como las aves en el cielo
tocando las nubes y
sintiendo la libertad.
Entonces me doy cuenta
que no importa realizarlos
tan solo vivir soñando,
cada día un sueño más
da la alegría para continuar.
1 comentario:
Preciosa la idea de disfrutar de la existencia de los sueños sin darle importancia a que se hagan realidad. Disfrutar de ellos sin más. A veces, por la preocupación de llevarlos a cabo, no nos damos cuenta de que ya están ahí para hacernos felices. Si tuviésemos la capacidad de aislarlos de la realidad, podríamos vivir mil experiencias distintas y disfrutar de cada una de ellas.
¡Un descubrimiento tu blog!
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