Cierro los ojos y vuelvo a ver tu rostro en mi memoria,
quisiera abrazarte como lo hacia ayer
mas recuerdo en ese momento el dolor que causaste
y siento rabia que a pesar de ello sigo amándote.
Y es que soy tan distinta a ti que no puedo olvidarte,
no existe dolor capaz de matar el amor,
olvidarte es tan imposible dejar de extrañarte,
de extrañar tus besos de sabor a miel.
De extrañar tus manos acariciando mi piel,
mas algún día recordaras que fui yo
esa mujer que te amo con la locura y la pasión
que nadie jamás será capaz de entregarte.
Cuando pasen los años y mires por tu ventana,
ya no estaré allí pero mi recuerdo pasara junto a ti
y te sentirás arrepentida de haberme dejado ir,
mas yo seré feliz junto al verdadero amor de mi vida.
2 comentarios:
Amiga, es precioso el poema, me has inspirado, gracias...
saludos María, un abrazo.
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