Mi querida princesa

Dónde estás mi niña hermosa

esa que caminaba entre rosas

disfrutando de su aroma

y las espinas no la hacían llorar.

Estás perdida, mi pobre princesa,

por qué lloras, por qué sufres,

tus lágrimas mojan tu rostro

y tu dolor mata a mi corazón.

Por qué ya no sonríes

en esta primavera que te rodea,

las flores de tantos colores

lloran al ver tu tristeza

Ya no eres esa niña

y no sé porqué la abandonaste,

dime dónde la dejaste

muriendo de frío y soledad.

Y yo daría hasta mi vida

por verte a ti sonreír,

porque vuelvas a ser la niña

que un día yo conocí.

Mis manos no te alcanzan

y tu llanto aumenta más

mientras cubro mis oídos

para no volverte a escuchar.