Me instalé en el Monte y cesaron los cuidados:
ya no ocupan mi mente pensamientos vanos;
más libre que las rocas donde inscribo versos,
me doy, cual barco sin amarras, a los hados.

Hanshan

jueves, 18 de noviembre de 2010

El primer rayo de sol


Quiero cerrar los ojos
y abrazarte muy fuerte
sentir junto a mi
el calor de tu piel.

En esta triste mañana
en la que aun no sale el sol
y el cielo gris lo acompaña
trayendo recuerdos a mi corazón.

Quisiera estar a tu lado
sin besarte, solo admirándote
viéndote dormir en mi cama
como antes tantas veces.

Mientras repito tu nombre
como para invocarte
pensando que así
aparecerás de repente.

Y se que solo son
mis ilusiones perdidas
que morirán otra vez
en el primer rayo de sol.

2 comentarios:

Carlos Peña dijo...

Hola María:

Ando en la mitad de un viaje necesario... pero me detengo ante la bella tristeza de la ilusión perdida expresada en este hermoso poema tuyo. Y me pega, si, me pega porque aquello de "Quisiera estar a tu lado sin besarte, solo admirandote..." es lo que me inunda y penetra... por alli me dijeron que los poemas son sólo para soñar... que equivocados van algunos por allí... vivimos también de ilusiones... de aquellas que fueron, que son, que serán... de las perdidas y de las encontradas... todas ellas pueden vivir o morir en el primer rayo de sol.

Hermoso poema.

Carlos
http://ideascomplicacionesydems.blogspot.com/

Beatriz dijo...

Consigues transmitir tristeza de manera sutil y bella. ¡Muy bonito!

Un saludo, María.